Sí, sobresaliente alto al Servicio de Jardinería que trabaja para el concello de Pontevedra. El cambio salta a la vista, desde las rotondas, pasando por los jardines y terminando, incluso, en los márgenes del río Gafos.
Ahora ya no hay excusa para no respetar los jardines y zonas verdes (Si es que existía alguna excusa antes), y aún así, los vándalos están al acecho y los no vándalos sin pizca de civismo también. El concepto de bien común todavía no ha llegado a esta recóndita parte de Europa, donde nos llevan varias décadas de evolución; aquí, algunos, todavía no han bajado de los árboles y ya los están quemando. Pobres y pobre herencia van a dejar.
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